Una de las instalaciones que frecuentemente se atranca y provoca olores, es el fregadero. La razón suele ser el mal mantenimiento que realizan los usuarios, pues en ocasiones arrojan desperdicios de comida por el desagüe, detergentes agresivos, aceites... Sobre todo estas últimas sustancias, son peligrosas. En el caso del aceite sobrante de las sartenes, no debe echarse nunca por el sumidero, pues hará que se peguen todos los desperdicios que vayan cayendo. Hay que depositarlo en un bidón o botella para luego llevarlo al punto limpio correspondiente. Para evitar que los desperdicios se cuelen por el sumidero, existen rejillas que se adaptan a los sumideros. Sin embargo, a veces aparecen los malos olores aunque se tengan en cuenta todas estas consideraciones.En especial suele ocurrir en instalaciones antiguas, en cañerías que no son limpiadas desde hace mucho tiempo y acumulan en su interior incrustaciones inorgánicos u orgánicas. Los restos orgánicos propician los olores, que suelen ser putrefactos y muy desagradables, llegando a veces a penetrar en cada rincón del inmueble. Para casos más leves y para prevención, se recomienda echar posos de café a través del sumidero del fregadero.
Al contrario que en otros casos, los posos de café son muy beneficiosos para los cañerías. En contra de atascar, proporcionan limpieza sin deteriorar las redes, con solo dejar caer los posos. Echar posos de café por el sumidero solo es válido para cañerías levemente sucias y para prevenir, como hemos indicado. Para incidencias de más entidad, se recurre a otros métodos que tienen pasos algo más complejos, pero también fáciles y que se sirven de productos caseros.
Uno de estos procedimientos se da con una mezcla de:
- Levadura química.
- Agua caliente con sal.
- Vinagre.
